Fiesta nacional en el Zócalo: Claudia Sheinbaum rinde su Primer Informe de Gobierno ante un pueblo en celebración
- Jaime Arriaga

- 6 oct
- 3 Min. de lectura

El corazón del país latió más fuerte este domingo. Desde las primeras luces del amanecer, el Zócalo capitalino se transformó en un mosaico de alegría, civismo y esperanza. Miles de personas llegaron desde todos los rincones del país para acompañar a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en la presentación de su Primer Informe de Gobierno, un evento que combinó la solemnidad de la rendición de cuentas con el espíritu festivo de un pueblo que siente la política como propia.
Desde muy temprano, la explanada comenzó a llenarse de banderas tricolores, pancartas, mantas, música, globos y batucadas. Las consignas se escuchaban en coro y con entusiasmo:
“¡Presidenta, Presidenta!”, “¡Con Sheinbaum, la transformación avanza!”, “¡Esta Presidenta sí me representa!”.
Era un ambiente que oscilaba entre el mitin político y el carnaval popular, donde las familias se mezclaban con estudiantes, trabajadores, militantes y simpatizantes. En el aire se respiraba orgullo, confianza y la sensación de estar presenciando un nuevo capítulo en la historia reciente del país.
Como en toda gran fiesta mexicana, no faltaron los personajes pintorescos. Entre los miles de asistentes, destacaron mujeres con rebozos, hombres con sombreros de palma, jóvenes con playeras de Morena y trajes típicos que recordaban la diversidad cultural del país. Pero hubo un asistente que robó cámaras y carcajadas: un hombre vestido de Batman.
El llamado Caballero de la Noche arribó al Zócalo en su propio batimóvil, acompañado de su baticontingente y una batibatucada que marcaba el ritmo de la jornada. A su llegada, cientos de globos con la forma de la batiseñal se elevaron por el aire, convirtiéndose en una de las postales más virales del día. “Hasta Batman apoya la transformación”, bromeaban los asistentes.
Sheinbaum ante el pueblo: logros, continuidad y compromiso
Cuando la Presidenta subió al estrado, la multitud estalló en aplausos. En su mensaje, Claudia Sheinbaum ofreció un balance de los avances durante su primer año de administración, reafirmando la continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación y subrayando los principios de honestidad, justicia social y soberanía nacional.
Destacó que más de 32 millones de familias mexicanas, el 82.4% de los hogares del país, reciben algún tipo de apoyo social, con una inversión histórica de 850 mil millones de pesos. “Nunca antes los programas del bienestar habían llegado tan lejos ni con tanta transparencia”, señaló.
En materia de infraestructura, subrayó los avances en el Tren Maya, que ya transportó 1.7 millones de pasajeros, y en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que alcanzó 15 millones de usuarios y se consolida como uno de los principales centros de carga aérea de América Latina.
También destacó la recuperación energética con la Refinería Olmeca, que ya produce 270 mil barriles diarios, así como la modernización de Pemex y CFE, ambas dijo, “libres de corrupción y al servicio del pueblo”.
En el ámbito político y de justicia, la mandataria celebró las reformas constitucionales para reconocer los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos, así como la elección directa de jueces y magistrados, con lo que busca “democratizar el Poder Judicial y devolverlo al servicio de la gente”.
“Mi compromiso es con el pueblo de México, con la defensa de su dignidad, con la igualdad, con la paz. No hay transformación sin justicia, y no hay justicia sin el pueblo”, afirmó, cerrando su discurso con un vibrante “¡Que viva México! ¡Que viva la dignidad del pueblo de México!”, que desató una ovación generalizada.
El Zócalo, repleto hasta las calles aledañas, fue testigo de una celebración cívica pocas veces vista. La música y los fuegos artificiales acompañaron el cierre de un acto que fue tanto un informe como un ritual de reafirmación colectiva.
Sin embargo, la jornada también dejó espacio para la reflexión. Analistas políticos han señalado que, pese a los avances, persisten retos importantes: el fortalecimiento del sistema educativo, la atención a la inseguridad en ciertas regiones y la consolidación institucional.
Estudios recientes revelan que el 70% de los mexicanos respalda las medidas de la Presidenta, especialmente en el combate al llamado “huachicol fiscal”, aunque también existen voces que piden mayor atención a la capacitación docente, la conectividad escolar y la transparencia en la asignación de recursos.
El acto de este domingo trascendió lo político: fue una celebración del pueblo consigo mismo, de una ciudadanía que, más allá de colores y partidos, salió a reafirmar su fe en un proyecto nacional.
Cuando cayó la noche y las luces del Palacio Nacional iluminaron el cielo del Zócalo, miles de voces seguían coreando su nombre. Algunos ondeaban banderas, otros bailaban al ritmo de los tambores, y muchos simplemente miraban hacia el balcón presidencial con una mezcla de emoción y orgullo.
Claudia Sheinbaum cerró su primer año de gobierno acompañada del pueblo que la eligió. Lo hizo en el corazón simbólico de México, entre vítores, música y esperanza, bajo una consigna que, por un día, unió a todos.





























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