top of page

La tarifa no es el problema, es la solución


Vida Pública


El “tarifazo” al precio del transporte público en el Estado de México es un golpe al bolsillo: es una lección de incompetencia. El anuncio, hecho en la noche de viernes a sábado —un auténtico “sabadazo” demuestra que cuando se decide sin evidencias ni claridad de propósito, los costos los paga la ciudadanía y todos perdemos.


No hay justificación técnica que explique subir la tarifa de un servicio que no funciona, no mejora y no satisface a nadie. Los usuarios enfrentan cada día unidades viejas, rutas caóticas, inseguridad, esperas interminables y operadores que compiten entre sí por pasaje, porque el modelo vigente sigue siendo el del “hombre-camión”. Cada chofer trabaja a destajo, cobra lo que puede y arriesga su salario y su vida en las calles. La autoridad actúa sin rumbo ni planeación.


El gobierno estatal pareciera desconocer su propia ley. La Ley de Movilidad y Seguridad Vial del Estado de México, establece que la tarifa debe fijarse de manera técnica y dentro de un sistema integral, con subsidios sociales, evaluación social y mejora continua.


Sin embargo, el gobierno optó por aumentar el pasaje sin transformar el modelo. El resultado será el mismo: un servicio caro, deficiente y contaminante. La medida no ordena el transporte ni mejora su calidad; sólo agrava la desigualdad social y multiplica el descontento.

En política pública, este tipo de decisiones son ejemplos de cómo una acción aislada, sin sistema ni diagnóstico, termina agravando el problema que iba a resolver.


El error es discutir la tarifa como si fuera un castigo. En realidad, la tarifa es la llave de la modernización, si se usa dentro de un modelo integrado y técnicamente sustentado.

El Estado de México necesita migrar hacia un esquema donde los operadores trabajen bajo contratos por kilómetro recorrido, con recaudación centralizada, pagos fijos e incentivos al buen desempeño, y la calidad del servicio evaluada por los usuarios.


Así, el ingreso dejaría de depender de la “carrera” por el pasaje y pasaría a un sistema de desempeño, a partir de un fondo común que permita planificar y sostener financieramente el sistema. Además:


  • Subsidios focalizados en estudiantes, adultos mayores, mujeres jefas de familia y personas con discapacidad.

  • Actualización tecnológica con GPS, cámaras, wifi, botón de pánico y pago electrónico.

  • Extensión del servicio las 24 horas, por zonas y rutas determinadas.

  • Integración de los sistemas y trasbordo entre: tren, metro, Mexibús, Mexicable, taxis por aplicación y bicicletas públicas, con un solo sistema de pago.

  • Participación activa de los ayuntamientos, al ordenar paradas, gestionar estacionamientos y garantizar seguridad vial.


Así, la tarifa dejaría de ser el centro de la polémica para convertirse en la base de un sistema moderno, equitativo y sostenible.

El “sabadazo” no sólo fue un error; es una advertencia. Si el gobierno ignora la ley y la técnica, y decide sin estrategia, castiga al ciudadano.

Lo que el Estado de México necesita no son incrementos improvisados, sino una reforma integral del transporte público: aquella que la ley ya ordena y que la técnica ya permite.

Más que aumentar la tarifa, el gobierno debería consultar a quienes han estudiado, diseñado e implementado políticas públicas de movilidad con base en evidencias y claridad de resultados. Un sistema eficiente no se decreta: se construye con conocimiento, voluntad política y visión de Estado.

No falta dinero, falta talento, voluntad política y Estrategia Integral.

@ArturoHuicochea 

Comentarios

Obtuvo 0 de 5 estrellas.
Aún no hay calificaciones

Agrega una calificación
MAQUETA ESPACIOS PUBLICITARIOS PORTAL SINERGIA TV CMIC-02.png
bottom of page