Mujeres mexiquenses en la ciencia: historias que rompen barreras e inspiran nuevas generaciones
- Maureen MM
- 13 ago
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 2 sept
Cada vez más mujeres están transformando el panorama científico y demostrando que los sueños, cuando se cultivan con dedicación, pueden trascender cualquier estadística. En un mundo donde las cifras suelen mostrar desigualdades, hay historias que brillan como faros, recordándonos que el talento, la pasión y la perseverancia no entienden de género.
Un camino que comienza con curiosidad
La brecha de género en las ciencias es una realidad: solo tres de cada diez egresados en carreras científicas en nuestro país son mujeres. Sin embargo, detrás de este dato se tejen relatos inspiradores de mujeres mexiquenses en la ciencia que rompen con la tendencia. Historias como las de Selene Lizbeth Fernández Valverde y Mariana López son ejemplos de que el cambio está en marcha.
Selene, originaria de Toluca, descubrió su pasión por la biología molecular. Hoy, es una científica reconocida internacionalmente por su trabajo en genómica comparativa y bioinformática. Desde el Laboratorio de Genómica Funcional y Evolutiva de ARNs Reguladores del CINVESTAV Irapuato, lidera investigaciones que buscan entender cómo ciertas moléculas, los ARN no codificantes, regulan procesos esenciales para la vida. Además, dedica parte de su tiempo a mentorías y proyectos de divulgación científica, convencida de que el conocimiento debe compartirse para florecer.
Tecnología con corazón
Mariana López, ingeniera biomédica de Nezahualcóyotl, ha elegido otro camino dentro de la ciencia: el de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. A través del desarrollo de prótesis accesibles, su trabajo no solo acerca soluciones tecnológicas a quienes más lo necesitan, sino que también impulsa la inclusión social. Mariana ve en cada diseño una oportunidad de devolver movilidad, confianza y autonomía.
Cuando las instituciones abren puertas
El avance de estas mujeres en la ciencia no sería posible sin el apoyo de instituciones que creen en el talento joven. La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) y el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV) han impulsado programas y becas que alientan a las nuevas generaciones a explorar el mundo de la ciencia desde edades tempranas.
Inspirar para transformar
Detrás de cada hallazgo, experimento o desarrollo tecnológico, hay horas de estudio, perseverancia frente a los retos y una convicción firme de que la ciencia puede cambiar vidas. Cuando más niñas y jóvenes ven a científicas como Selene y Mariana, no solo descubren modelos a seguir, sino que también perciben la ciencia como un espacio donde ellas pueden pertenecer.
Este impacto trasciende laboratorios y aulas, con más mujeres en la ciencia, se amplían las perspectivas, se enriquecen las soluciones y se construye un futuro más inclusivo. Significa, también, que las barreras invisibles que por años limitaron los sueños femeninos están cayendo, una investigación a la vez.
Una lección que queda
Las historias de estas mujeres mexiquenses nos recuerdan que invertir en ciencia con perspectiva de género es invertir en el desarrollo integral de la sociedad. Porque cada proyecto, cada avance y cada vocación inspirada repercuten en comunidades más fuertes, en un país más preparado y en un futuro con más oportunidades, uno donde las niñas que hoy miran al cielo, al microscopio o a una computadora puedan imaginarse ahí, descubriendo, creando y liderando.
Porque cuando el conocimiento se comparte, las puertas se abren y el talento encuentra su lugar, no hay frontera que la ciencia y las mujeres que la impulsan no puedan cruzar.
























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