25 de noviembre: avanzar juntas y juntos hacia un México sin violencia

Cada 25 de noviembre, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer nos invita a reflexionar, sí, pero también a reconocer que en México existen esfuerzos crecientes que están transformando vidas y construyendo entornos más seguros. Hoy escribo desde mis múltiples trincheras: como Presidenta de CANAGRAF Estado de México, empresaria, esposa, madre y mujer que cree profundamente en la posibilidad de un país más justo.

La violencia contra mujeres y niñas es una realidad que no podemos ignorar, pero también es cierto que, año con año, más instituciones, empresas y ciudadanos estamos dando pasos firmes para erradicarla. Y esto importa. Importa porque demuestra que no estamos condenados a la repetición del mismo ciclo; importa porque evidencia que la voluntad colectiva mueve estructuras, cambia mentalidades y abre caminos.

El gráfico que acompaña esta entrada —una línea ascendente de iniciativas, políticas y programas que han surgido en los últimos años— representa ese esfuerzo sostenido. Es una muestra de que México sí avanza cuando sumamos desde lo público, lo privado y lo personal.

Desde el sector empresarial, tenemos la capacidad de convertir nuestras oficinas, talleres e industrias en espacios de igualdad, respeto y cero tolerancia a la violencia. En la industria gráfica mexiquense vemos cada vez más mujeres liderando, innovando y transformando. Nuestro compromiso es asegurar que siempre encuentren entornos seguros, oportunidades de crecimiento y redes de apoyo.

Como madre, tengo claro que el cambio también nace en casa: en cómo educamos a nuestras hijas para que sepan que merecen una vida plena y libre; y a nuestros hijos, para que sean hombres conscientes, empáticos y corresponsables. Esa es la primera escuela de igualdad.

Y como sociedad, podemos elegir todos los días construir un ambiente donde la dignidad de cada mujer sea incuestionable. Apoyar, escuchar, acompañar, intervenir, cuestionar… todas son acciones posibles, cotidianas y poderosas.

Este día no solo nos convoca a reconocer el problema; nos impulsa a celebrar los avances y a comprometernos con los que vienen. Porque eliminar la violencia contra mujeres y niñas sí es posible cuando actuamos con convicción.

Que este 25 de noviembre sea un recordatorio de que estamos avanzando. Que no partimos de cero. Que cada política, cada programa, cada decisión y cada gesto cuenta. Y que un México mejor empieza —y seguirá avanzando— por un México donde todas vivan libres y seguras.