UAEMéx: entre el diálogo y el desgaste institucional

A seis meses de la toma del Edificio Histórico de Rectoría, la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) vive un momento clave en su historia reciente. La rectora Martha Patricia Zarza Delgado, primera mujer en encabezar la institución, reiteró que la ruta para resolver el conflicto sigue siendo el diálogo, la construcción de acuerdos y la recuperación pacífica del inmueble que, subrayó, “pertenece a toda la comunidad universitaria”.

En conferencia de prensa, la rectora hizo un llamado a cerrar filas y dejar atrás los enfrentamientos internos que, dijo, han dañado la imagen y la operatividad de la máxima casa de estudios.

“Basta de fomentar el recelo, la intriga y la discordia entre las y los universitarios. No somos grupos distintos, no somos adversarios. El único interés legítimo es el de la universidad y de su comunidad”, expresó.

El edificio de Rectoría, ocupado desde finales de julio, sigue siendo el símbolo visible de una fractura institucional que no ha terminado de sanar. Zarza Delgado anunció que este 7 de noviembre representantes universitarios acudirán al inmueble acompañados por personal del Órgano Interno de Control (OIC) y de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), no para desalojar, sino según precisó, para “explicar los procedimientos legales” relacionados con la denuncia por los hechos ocurridos durante la toma.

La rectora rechazó que exista intención de emplear la fuerza pública, aunque insistió en la necesidad de liberar el edificio para reactivar procesos administrativos esenciales como la entrega-recepción entre gestiones, la recuperación de archivos académicos y financieros, y el mantenimiento del inmueble, considerado patrimonio cultural del Estado y del país.

Más allá de la disputa por el espacio físico, el conflicto ha dejado ver un profundo desgaste institucional. En sus declaraciones, Zarza Delgado reconoció la necesidad de transformar la dinámica universitaria hacia una etapa de transparencia, legalidad y rendición de cuentas.

“No hay ganadores ni perdedores. Lo que estamos viviendo es un proceso de transformación. Todos somos parte de una misma comunidad y nos mueve el mismo interés”, afirmó.

La rectora enfatizó que desde su toma de protesta ha impulsado más de 50 mesas de trabajo con distintos sectores universitarios, donde se han logrado acuerdos y el regreso a la normalidad en la mayoría de los espacios académicos. Sin embargo, el conflicto en Rectoría sigue siendo una herida abierta que pone a prueba su capacidad de conciliación.

Zarza Delgado se mantiene firme en su discurso de diálogo, pero enfrenta una comunidad dividida, con sectores que desconfían del aparato institucional y reclaman una revisión a fondo de prácticas heredadas de gestiones anteriores. Mientras tanto, la UAEMéx intenta recuperar su ritmo académico y administrativo en medio de un proceso que combina reconstrucción, desgaste y esperanza.

El desenlace del caso Rectoría no solo definirá la estabilidad interna de la universidad, sino también la legitimidad del liderazgo de su primera rectora en un momento histórico para la educación superior mexiquense.