Mercados de Vehículos Usados en México: Equipamiento Urbano, Desigualdad y la Disrupción Digital
- Xavier Gaytán

- 13 oct
- 5 Min. de lectura

Territorio Digital
Mtra. en A.P. Nancy González González
Mtro. en Val. Xavier Gaytán Zepeda
En México es muy común que la segunda inversión más fuerte que tienen las familias después de su casa, es su auto, siendo lo más común que los primeros vehículos que se adquieren son usados, teniendo diversas opciones para su búsqueda y adquisición, desde clasificados en algunas publicaciones impresas (cada vez menos), publicaciones en internet, como Facebook Marketplace | Facebook*1, Autos Seminuevos | Mercado Libre 🚗*2, y otros más, así también de manera directa con familiares y amigos, lotes de autos usados, en el apartado de autos usados de agencias de concesionarios de autos nuevos, viendo anuncios con teléfonos directamente en vehículos que se encuentran en las calles, además de Mercados de Autos Usados.
En este contexto, solo para dimensionar el tamaño del potencial mercado del cual estamos hablando estimado lector, de acuerdo a datos del INEGI, al mes de agosto de 2025, existen poco más de 40 millones de Vehículos de motor registrados en circulación en todo nuestro país (sin contar camiones, ni motocicletas).*3
Como ya habías comentando anteriormente, existen diversas formas para comprar y vender un vehículo, cada una de ella con diversos riesgos, como a continuación enlistaremos de manera enunciativa, más no limitativa:
Modalidad | Ventajas | Desventajas |
Compra entre familiares / amigos | - Mayor seguridad y confianza de la personalidad jurídica del comprador y vendedor - Mayor confianza en el estado físico-mecánico del vehículo (por lo general) | - Tiempo para visualizar un solo vehículo - No ajustarse al presupuesto disponible |
Clasificados (impresos y digitales) | - Gran diversidad de tipos y rangos de precios, por lo general, altamente competitivos, tanto para compradores, como para vendedores al no existir intermediarios. | Para el vendedor: - Desconocimiento de la plena y real identificación de posibles compradores, exponiéndose a robo, fraude o secuestro, al mostrar el vehículo, literalmente a cualquier desconocido, ya sea en la calle, en plazas comerciales o peor aún, abriendo las puertas de su casa.*4 - Tiempo requerido para estar atento para mostrar el vehículo. Compradores: - Tiempo y dinero para estar viendo diversos vehículos en distintos puntos de la ciudad o incluso en ocasiones hasta en otras Entidades federativas. - Alto riesgo de fraude, ya sea con documentación apócrifa, vehículos remarcados o vicios ocultos tanto de carrocería, como de mecánica. - Probabilidad de ser sujeto de asalto, ya sea antes o después de realizar la transacción de la compra-venta*5 |
Mercados de vehículos usados | - Gran diversidad de tipos y rangos de precios, por lo general, altamente competitivos, tanto para compradores, como para vendedores al no existir intermediarios. - Para vendedores, mayor posibilidad de venta al concentrarse mayor cantidad de posibles compradores - Para compradores, ahorro en tiempo y dinero al visualizar diversos vehículos en un solo espacio. | Para el vendedor: - Desconocimiento de la plena y real identificación de posibles compradores, exponiéndose a robo, fraude o secuestro, al realizar pruebas de manejo o cerrar tratos de compra-venta fuera de las instalaciones - Exposición a posibles robos al salir de las instalaciones con dinero en efectivo. Compradores: - Alto riesgo de fraude, ya sea con documentación apócrifa, vehículos remarcados o vicios ocultos tanto de carrocería, como de mecánica.*6 - Probabilidad de ser sujeto de asalto, ya sea antes o después de realizar la transacción de la compra-venta*7 |
Negocios de compra-venta de vehículos seminuevos (área de autos seminuevos en agencias de autos nuevos o empresas como https://www.kavak.com/mx)*8
| Para los compradores: - Mayor seguridad jurídica de la empresa que vende el vehículo - Mayor seguridad de las condiciones físicas y mecánicas del vehículo (por lo general se llegan a dar algunos meses de garantía) Para los vendedores: - Mayor seguridad por parte de la empresa que compra el vehículo - Menor tiempo para la venta del vehículo (seminuevo)
| Para los compradores: - Se limita el rango de oferta de vehículos en modelos, años y rangos de precios (muchas veces inaccesibles). - Precios más altos que los ofertados en el mercado abierto Para los vendedores: - Determinados vehículos no son adquiridos por este tipo de empresas, ya sea por el modelo o el año del vehículo. - Los precios pagados son sensiblemente más bajos que los ofertados en mercado abierto.
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En las periferias urbanas de distintas ciudades de nuestro país, como el Estado de México, la Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey, solo por mencionar algunas, los mercados de vehículos usados no son solo espacios de comercio: son infraestructura crítica de movilidad y economía popular. Para millones de mexicanos, estos mercados representan la mejor vía accesible para adquirir o vender un vehículo: auto, camioneta, camión o motocicletas, herramientas esenciales en entornos con transporte público deficiente. Sin embargo, su relevancia contrasta con su precaria regulación y equipamiento urbano: carecen de zonificación adecuada, servicios básicos, mecanismos de verificación técnica o protección al consumidor.
Los compradores y vendedores, enfrentan riesgos significativos: documentos falsos, vehículos con adeudos o reporte de robo, fallas mecánicas, y falta de garantías. Los vendedores, en su mayoría pequeños comerciantes informales, lidian con inseguridad jurídica, extorsión y la imposibilidad de acceder a crédito o promoción digital. Ambos actores operan en un limbo institucional donde la autoridad municipal, estatal o federal, rara vez interviene más allá de la recaudación de impuestos.
En este vacío, han emergido actores privados con modelos disruptivos. Plataformas como Mercado Libre democratizan el acceso a la oferta, pero sin verificar la legalidad de los vehículos ni proteger transacciones. Kavak y empresas similares ofrecen garantías, inspecciones y financiamiento, pero elevan los precios hasta un 30% frente al mercado informal, excluyendo a los sectores de menores ingresos. Los lotes de autos usados —a menudo vinculados a concesionarios— brindan cierta confianza, pero su enfoque comercial prioriza la rotación rápida sobre la accesibilidad. Por su parte, los departamentos de seminuevos en agencias ofrecen vehículos certificados, aunque con márgenes altos y poca diversidad de modelos económicos.
La paradoja es clara: los mercados tradicionales son inclusivos y altamente necesarios, pero inseguros; los modelos privados son por lo general seguros, pero excluyentes. La solución no está en eliminar unos u otros, sino en integrarlos mediante políticas públicas inteligentes. Las ciudades mexicanas deben reconocer estos mercados como equipamiento urbano estratégico, dotándolos de zonas reguladas con verificación vehicular obligatoria, asesoría legal y judicial, en las cuales se emita documentación oficial que brinde tranquilidad a todos los actores de este tipo de transacciones. Acceso a financiamiento popular, incluyendo sucursales bancarias obligadas en este tipo de establecimientos, que permitan evitar entrar y salir con dinero en efectivo, para prevenir fraudes y robos. Estos mercados, deben contar indiscutiblemente con oficinas de control vehicular que garanticen tanto al comprador, como al vendedor, el registro de datos biométricos y con ello, dar mayor certeza en los actos de compra-venta, quedando registrados al momento del cierre de las transacciones todos los cambios de propietarios. Al mismo tiempo, se debe regular a las plataformas digitales para que compartan información con autoridades y contribuyan a un sistema nacional de trazabilidad vehicular.
Ignorar esta infraestructura informal es perpetuar la desigualdad en la movilidad. Equipar, regular e integrar —no reprimir ni entregar al mercado— es el camino para que el automóvil usado siga siendo un motor de movilidad social, no de vulnerabilidad, o, ¿usted qué opina estimado lector, sobre la relevancia y urgente necesidad de mejorar la regulación de este tipo de equipamiento urbano en nuestro país?
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